La energía solar utiliza la luz del sol que es capturada y convertida en energía eléctrica. Tiene multiplicidad de usos y beneficios que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida en los hogares, a la vez que colabora con la producción en fábricas y genera un impacto positivo en el medioambiente.

A continuación, mencionaremos los usos más comunes de la energía solar:

Paneles solares: la colocación de paneles solares en las viviendas proporciona un ahorro significativo en el consumo de electricidad. Además, se puede utilizar para proveer al hogar de agua caliente, climatizar una piscina y calefaccionar el ambiente. 

Iluminación: es la utilización más frecuente de la energía solar. Además, se trata de una de las formas más sencillas de optimizar la eficiencia en el consumo de energía en hogares y empresas. La iluminación generada por la energía solar no requiere de ningún tipo de configuración, ya que las luces suelen ser inalámbricas y aprovechan la energía del sol durante el día.

Calefacción: existen calentadores solares que transforman la energía solar en térmica, mediante el uso de líquido o aire. A la vez, los calentadores de agua solares usan el agua como un método para la transferencia térmica. Cabe destacar que, estos sistemas de calefacción solar, pueden ser pasivos o activos. Los primeros utilizan la circulación natural, mientras que los activos, se abastecen de bombas para hacer circular el agua y generar calor.

Transportes: existen vehículos alimentados por equipos fotovoltáicos. En grandes ciudades alrededor del mundo desde autobuses, hasta trenes e incluso autopistas enteras funcionan gracias a la luz solar. Además, en competencias internacionales de carreras, comenzaron a utilizarse autos impulsados por la energía solar, dejando a la vista la potencia que puede generar.

Como podrás observar, cada vez es más relevante el uso de la energía solar en la vida diaria. Además, es clave destacar que este tipo de energía puede abastecer a zonas rurales, donde el tendido eléctrico sea nulo o deficiente. Esto permite que las personas puedan vivir y trabajar, utilizando un tipo de energía que, a la vez, les permite ahorrar dinero.